Se lo decía siempre en nuestros encuentros furtivos por las calles de Astorga, en algún barín del Húmedo o a la sombra de alguna derruida tapia de Cepeda… ¡Abelón!, -así le llamo yo- mira a ver si nos juntamos, que nos va a prestar, ya lo verás. Y un buen día me llamó, así como que no quiere la cosa, con la disposición de llevarlo a cabo. Se buscó la fecha, el lugar ya lo teníamos hablado, y lo encaminamos de viva voz. Después llegaron para mí días de mucha labor, de mucho calor, y más tarde los fuegos con esa falsa niebla cargada de cernada. Parecía como si ya nada quedara de aquel acuerdo nuestro, pero era sólo eso, un parecer, pues en el alma estaba nuestro empeño, y así, nosotros mismos, los culpables, Abel Aparicio y un servidor, decidimos hacer visible este juguete poético-musical que nos traemos entre manos. Será el próximo sábado 8 de noviembre a las 17:45 horas en la Casa del Parque de Babia y Luna, en el fermoso lugarín de Riolago de Babia.